Pobre muñeca de trapo
abandonada en un rincón,
con tu sonrisa congelada
con tan solo un ojito,
el otro un triste desconchon.
Tu manita colgando descosida
y tu pierna con la telita rajada,
saliendose todo el algodón.
Pobre muñequita de trapo,
desechada en un rincón,
nadie sabe que lloras por dentro
pensando en aquella niña
que tanto te quiso
y aburrida de ti
te abandonó en un rinconcito,
partiendote tu corazón de algodón
en mil pedacitos.