El Riesgo Que Hay Que Correr

Creía que la vida la había enseñado a valorarse poco,alguien la había metido en la cabeza hacía tiempo que valía poca cosa,había descubierto que si la preguntaba,ni siquiera ella misma sabría decirle cuando fue que dejó de confiar en si misma,si es que lo había hecho alguna vez.

Ahora...allí parado mirandola...se preguntaba por qué había tardado tanto,por qué seguía siendo tan estúpido de no ir corriendo hasta ella y decirla lo maravillosa que era,lo poco que importaba si era guapa o fea,si sus piernas eran largas o su cintura menos estrecha,eso poco importaba,porque lo mas maravilloso de ella estaba en su interior,era una persona mágica,enigmática,tan llena de mundo inexplorado y también era tonta...tonta por no ver cuanto tenía en su interior que poco importaba ese exterior..y él había sido un imbécil..sí..lo había sido..por no haberle demostrado todas las cosas que le hacía sentir..había caido rendido a todas las tias buenas que le iban detras....había caído una vez mas en la red de la amistad,esa red para la que ella creía que solo servía que solo era requerida su presencia..por eso quedaba en la distancia,sonriendole cuando la belleza le rodeaba..por eso quedaban cuando eran las palabras las protagonistas...y él quedaba prendido de cada una de las suyas,de sus ocurrencias,ideas y de ese mundo que bullía en su interior.

Y se preguntó por qué seguía preguntandose cosas estúpidas en lugar de acercarse y tomarla de una vez entre sus brazos..y mientras seguía haciendose preguntas se dió cuenta que había dejado caer el paraguas...y cuanto tiempo haría que ella le miraba....había estado allí..observandola,ella, inmóvil bajo la lluvia..quieta...empapandose con una placided en el rostro inusitada..ahora le observaba con curiosidad y una mezcla de vergüenza ante el ridículo.

-¿Qué estás haciendo ahí?...-se encontró preguntandola tontamente..ella le sonrió,como un estúpido la sonrió también mirandola aún sin comprender nada,nada de lo que hacía ella,nada de lo que él sentía...

-No sé....me apetecía....-él frunció el ceño,con una mueca en sus labios entre la sonrisa y el asombro-es algo que siempre quise hacer...¿no has visto "Mi vida sin mi"?...-él movió lentamente la cabeza en un gesto negativo-pues deberias...-contestó mordiendose ligeramente el labio comenzandose a sentirse algo estúpida.

-Anda...ven aquí...estas empapada...Vas a pillar una pulmonía.....-continuó él bobamente disipandose en su interior la valentía de tomarla la boca entre sus labios mientras daba un paso adelante sin salir bajo techo.Ella sonrió de nuevo.

-Vale la pena...es una sensación tan liberadora,en serio...-rió dando unos pasos hacia él mientras él también reía moviendo la cabeza como tomandola por loca.

-Eres increíble..tienes cada cosa....

-No es cierto,solo soy una persona como otra cualquiera,sin nada especial.-De momento a él se le borró la sonrisa y la miró muy serio...no era cierto,eso no era cierto y no podía dejar que ella siguiera pensando eso...de repente algo ardió en su interior y la valentía reaparició de su sueño.

Sin pensarlo se dirigió hacia ella,que como viendo en sus ojos dorados su disposición se quedó momentaneamente sin respiración,y él la tomó entre sus brazos y atrayendola hacia su cuerpo con una mano en su nuca y la otra en su espalda la cubrió la boca con los labios en un beso apretado,apasionado,desesperado...ella correspondió a ese beso aún con mas desperación,agarrandose fuerte a su cuello....ese beso....ese momento era como un sueño irrealizado para ella,estar entre los brazos de él...era un momento irrealizable largamente postergado y en movimiento continuo en su mente.

En un baile extraño,con pasos incalculados,traspies y sin dejar de darse besos postergados,salieron bajo la lluvia,chocando él su espalda contra la pared,con sus brazos,lenguas y cuerpos aún entrelazados...entonces el timbre impertinente del móvil de él comenzó a sonar....y no quería..pero tenía que cogerlo porque sabía quien era y no podía esperar...con un "joder" sofocado..se apartó a regañadientes de sus labios sacando el jodido aparato del bolsillo de su cazadora para contestar.

Ella permanecía cerca de su rostro,la miró un segundo mientras hablaba...le sonrió...su miraba brillaba...ella supo que había llegado la hora de convertir esa intrigante aureola de magia que la emvolvía en una ola de sensualidad de verdad.

El no sabía que estaba pensando ella,seguía hablando cuando vió como ella entraba en el portal,y como doblaba hacia la escaleras antes de volverse por encima de su hombro para lanzarle lo que interpretó en su entrepierna como una sonrisa lasciva.

Le llevó tres minutos más conseguir colgar....medio segundo entrar al portal...dos minutos subir de dos en dos los escalones y medio minuto más toparse con la puerta abierta de la casa...la empujó con suavidad...la habitación estaba a oscuras..tan solo iluminada por las farolas de la calle y decorada por las sombras...y ella en el centro de la habitación..con tan solo una combinación y una toalla en su mano secandose suavemente el pelo.....la miró...le miró....él se acercó lentamente...quedando a excasos centímetros de ella...no había palabras que decir...sus miradas eran las que hablaban adorandose...deseandose..y en una milésima de segundo..sus bocas volvieron a juntarse y sus miembros a bailar una danza apasionada..mientras sus ropas se despegaban de sus cuerpos..mientras sus bocas cubrían cada pedazo de piel libre..mientras caían en la cama y en el interior se desataba una autentica tormenta acompañando a la que se desarrollaba en la habitación....poco importaban ahora los mañanas....solo esos dos cuerpos explorandose....mucho habían hablado...pero no lo mas importante..lo que realmente sentian...el fruto de esa explosión sexual...de ese descubrimiento carnal....la lengua de ella recorriendo su piel...las manos de él apretando sus senos...la calidez de su interior..la suavidad de su piel,la magia del placer.....¿conseguiría él de una vez por todas hacerla ver que era única?....¿sería ella para él algo más que otro trozo mas de piel?....esas son las preguntas del riesgo que hay que correr