Siento un instinto asesino contra el vecino

Tengo la imaginación embobada,la ironía adormecida y las ideas brillando por su ausencia.Mis ojeras casi rozan el suelo y las tengo colgando jugando al yo-yo que se quedó a un centímetro de la baldosa y se balancea.No es que mi falta de descanso se deba al insomnio,un sonido quiebra mi descanso y abro los ojos de par en par,el llanto de un bebe traspasa mi pared y por un momento siento que está aquí conmigo...y se prolonga en la noche,no cesa,taladrando mi cabeza,tatuandome el cerebro y adhiriendose al poco sueño que me queda.La oscuridad de la noche se empalma con la luz del día y es cuando el llanto cesa,lo sustituye otro llanto entonces,la perra gime en la puerta,comprendo que en breves momentos,el despertador realizará el trabajo por el que fue contratado.Mientras me lo pienso y espero el canto de mi gallo mañanero,la perra cesa el llanto,pero el sonido de la ducha a mi derecha,se junta con la del piso de arriba,al mismo instante tacones en la escalera,un pájaro canta en la ventana,y el bestia del piso de al lado cierra de golpe la puerta del armario empotrado y por un segundo siento como la estantería encima del cabecero podría caer sobre mi cabeza....suspiro,atizo al gallo que salta y me levanto,de nada me sirve cabrearme al fin y al cabo es la misma canción cada mañana.