
Decidí deshacer el nudo
del lazo satinado que lo envolvía
con mimo..
Decidí desnudarlo
y dejar caer la ropa que lo protejía
al suelo despacio.
Y me dí cuenta de que era así
igual de vulnerable,
el dolor le golpeaba de igual manera
y la sangre brotaba de las heridas
en igual medida...
al menos así
no te tenía que cambiar el lazo,
no tenía que ser negro para disimular las manchas
si a tiempo no llegaba a cambiarlo...
decidí entonces dejarle desnudo
por lo menos así
veía llegar de frente el sufrimiento
y podría prepararse a enfrentarlo
o a cerrar los ojos
y sufrirlo en silencio y despacio.
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