miércoles, 23 de septiembre de 2009

El Corazon no entiende de los Raciocinios de la Mente

(La historia de Edward)


-¿Qué es lo que más te gusta de ella?....
Edward le miró ceñudo,¿qué clase de pregunta era aquella?,y sobretodo,¿a qué narices venía?.Pero allí estaba su amigo,expectante a su respuesta.

Y Edward se dió cuenta,mientras alargaba la mano hacia su cerveza,de que conocía la respuesta.

-Sus abrazos...-contestó tras llevarse el vaso a la boca,con la mirada fija en el líquido ambarino-Te abraza como....si se fuera a acabar el mundo-Y tras unos instantes en silencio en los que su amigo no dijo nada,se levantó,sacandose un par de billetes del bolsillo del pantalón,que dejó sobre la barra y se marchó del bar sin decir nada.

La mayor estupided que comete el ser humano para olvidar es beber,porque aparte de no esclarecer nada y oscurecerlo todo hasta límites insospechados,de la resaca del día después no te libra nadie.

Aunque no había bebido mucho después de todo,quizá si caminaba hasta casa en lugar de coger el metro,el aire fresco le despejaría algo.El problema es que siempre estaba ella en su cabeza,ella,su obsesión permanente,mal cuando la tenía porque no la tenía como él quería,bien porque de alguna manera estaba con ella en esos ratos,y fatal porque sabía que debía huir y era incapaz de vivir sin ella.

La conoció de la manera más tonta y sorprendente al mismo tiempo.Comenzaron una historia sexual con desencadenantes positivos y negativos,capaces de hacer nacer la dependecia.Aunque generalmente ocurre al reves,esta dependencia resultó ser la de Edward.

Como aquella cantinela entonada tantas veces,"Yo era tan feliz hasta que te cruzaste en mi camino"...aunque más bien fue un choque.
El problema de la cerveza estriba en la de veces al cabo de la noche que visitas el baño,pero nunca le había gustado mezclar,asi pues si con cerveza comenzaba,con cerveza terminaba.

Y fue en una de sus incursiones al baño,cuando al girar la esquina,se chocó de lleno con ella.Fue un golpetazo tan fuerte,que sintió momentaneamente que le faltaba el aire,mientras se chocaba contra la pared y ella contra su pecho.Ella se apartó disculpandose de inmediato,y al mirarla,fue cuando se dió cuenta de que estaba llorando y antes de que pudiera decirla nada,ella retomó su camino hacia el baño.

En un primer momento,Edward se quedó allí parado como un pasmarote mirando la puerta por la que ella había desaparecido sin ser consciente de encaminar hacia ella sus pasos y entonces cuando estaba a punto de empujar la puerta,escuchó los sollozos,con el ceño fruncido,apartó la mano de la puerta y retrocedió apoyando la espalda contra la pared.Se sentía como un intruso invadiendo la intimidad de aquella chica,pero por algún motivo que le era desconocido,no podía volverse y seguir la fiesta en la barra con sus amigos.Así pues,se quedó allí esperando cabizbajo.

Jamás en su vida había escuchado llorar a nadie con tanta desesperación.Tenían que haberla hecho mucho daño y precisamente eso era lo que habia visto en sus preciosos ojos castaños llorosos,Dolor,tanto,que era capaz de romperte el corazón.
No fue consciente de cuanto tiempo estuvo allí esperando,pero de repente la puerta se abrió y ella se quedó allí paralizada,mirandole asombrada con su mano aún en el pomo de la puerta.

Y tras unos segundos de desconcierto,Edward dió unos pasos hacia ella.

-¿Estas bien?...-ella parpadeó confundida-Disculpa...disculpa que me meta..pero...yo...-¡Mierda!,¿dónde estaba su elocuencia?,inesperadamente ella sonrió y él se quedó fascinado,era una de esas sonrisas capaz de iluminar un cielo sin estrellas,y al mismo tiempo sus lágrimas corrían de nuevo por sus mejillas.Sin darse cuenta Edward,se había acercado a ella tanto que sentía su respiración en la cara-Estas preciosa cuando ries y lloras al mismo tiempo-Por su cara de asombro se dió cuenta que se lo había dicho en voz alta,entonces ella comenzó a reirse a carcajadas mientras el retrocedía un paso sintiendo su cara enrojecer.

-¿Es una nueva táctica de ligue?-le preguntó con una medio sonrisa comenzandose a secar el resto de sus lágrimas en su piel e intensificandose el brillo de su mirada.

-Sí...generalmente funciona,¿sabes?...-decidió Edward seguirle la corriente sin saber si era lo más adecuado,dando un paso de nuevo hacia ella,que de súbito se acercó a él susurrandole muy cerca de su boca.

-No pienso volver a perder el tiempo con nadie nunca más en mi vida-y antes de que él pudiera meditar aquella frase,ella le besó la boca,atrayendole con una mano en su nuca y al instante Edward la respondió,tomandola por la cintura y estrechandola contra su cuerpo.Lo venció contra ella,que tropezó contra la pared,para ese entonces la categoría de aquel beso estaba intensificandose a bravío.
Entraron a trompicones en el baño,metiendose en el primer cubículo que encontraron,cerrando la puerta y el pestillo tras ellos sin dejar sus bocas.Durante unos segundos se manosearon y besaron apoyados contra la puerta,las manos de él perdiendose bajo su falda,en busca de sus senos.Los sacó de la blusa y del sujetador y lamió los pezones,al tiempo que sus dedos perdidos ya bajo su falda,apartaban la tela de su tanga y acariciaban su pequeño montículo de carne henchida,mientras ella se deshacía de placer,mordiendose el labio y revolviendole el pelo y empujando su cabeza inconscientemente allí donde se perdían sus dedos.La lengua de Edward fue recibida por un gemido irreprimible y un tirón de pelo con empujón de cabeza,obligandole a comerselo entero.
Pero de improviso el empujón fue hacia afuera,tan fuerte que casi se cae de culo si no se llega a apoyar en la taza del inodoro.Y mientras se incorpora sentandose sobre la tapa,la mirada lasciva de ella le enciende más,si es que es eso posible.

Para su sorpresa,ella se saca un condón de su canalillo que él no había visto.Edward ya se está bajando la cremallera y sacando su sexo,cuando ella se acerca acariciandolo en su mano y castigandole sin la saliva de su boca,le coloca el condón,comiendole la boca y se sienta sobre su latigo erecto.

Sus primeros movimientos son profundos,hasta dentro,mirandose a los ojos,perdiendo Edward sus manos en sus senos,acariciando con sus pulgares sus areolas.Ella se aferra a sus hombros y sus movimientos son más rápidos,al ritmo de la insistencia de su boca en sus pezones y su dedo perdido en el montículo.Ella comienza a dejar escapar algún jadeo al tiempo que intesifica más todavía su ritmo,y Edward siente que no aguantara mucho,pero es que ella ya esta llegando y no puede parar,y cuando se pierde se aferra a su cuello con un gemido ahogado contra su mentón,que es lo que le hace marcharse a él.Durante unos segundos se quedan así,quietos,abrazados.

Bruscamente ella se aparta y le mira....
-¡Dios mio!-exclama levantandose y arreglandose la ropa.

-¿Qué sucede?-pregunta Edward alarmado por el tono de su voz quitandose el condón e imitandola en el ropaje.

-No puedo creer que haya hecho esto...

-No hay nada malo en ello...-pero ella ya no le escucha.
-No puedo creer que lo haya hecho...-sale del cubículo aprisa,seguida por él y las miradas socarronas de las que andaban escuchando-...yo nunca hago estas cosas...¡no puedo creerlo!...¡lo siento!....

-¿Pero,por qué?-atina a decir él viendola salir por la puerta-¡espera!...-exclama siguiendola-¡no te vayas!-pero es demasiado tarde,ella ya se ha perdido entre los cuerpos sudorosos del local.
Puede que ella no lo hubiera hecho antes,pero los polvos rápidos de madrugada si solian ser habituales para Edward.Quizá fue por el modo en que ocurrió.Quizá fue por su obscenidad de aquella mirada o por el brillo de sus ojos llorosos en combinación con su linda sonrisa,pero muy de vez en cuando se acordaba de ella y no le hubiera importado encontrarse con ella de nuevo.

-¡Lo siento!-se disculpó al chocarse contra alguien a la salida del vagón de metro en mitad de sus cavilaciones,y al volverse levemente,se quedó allí parado de súbito en mitad de la puerta mientras la gente le sorteaba entre exabruptos.Ella también se quedó un segundo parada en mitad del vagón,antes de esbozar una sonrisa mientras se volvia a colocar el bolso en el hombro y retrocediendo al fondo del vagon sin dejar de sonreirle también con la mirada.Y justo cuando pitaba el metro,se metió Edward de un salto,tropezando al ponerse en marcha y casi cayendose encima de ella de no agarrarse un segundo antes a la barra,siendo recibido por ella con una carcajada.Así se quedaron durante unos segundos,mirandose sonrientes sin decirse nada.

-¡Hola!....
-Hola hombre de pocas palabras-susurro ella y de inmediato él sintió el rubor por sus mejillas.

-Te he estado buscando...
-Eso se lo diras a todas....
-Sí..las digo...la busco siempre...busco su rostro bañado en lagrimas e iluminado por una sonrisa magica en cada rostro que pasa,y no,ninguna de vosotras la igualais ni siquiera en una pestaña-¡Dios que cosa mas patetica le había salido!...pero ya estaba dicho....pero de repente,el rostro de ella demudó en fascinación,y si bien se le pasó por la mente una respuesta de burla,decidió obedecer al cosquilleo de su cuerpo y pasando del resto del vagon,besarle la boca.

-Casi mejor que no me hables-le susurró ella muy cerca de su boca-No sé que tienes,pero si ya sin hablar me vuelves loca,como sigas diciendo cosas como esas,no respondo en este vagón,aunque no es que vaya a responder mucho ahora-concluyó tomandole de nuevo la boca,aquel día acabaron en la cama del dormitorio de Edward del que no salieron en muchas horas.Y a partir de aquel momento y durante lo que duraban ya varios meses,se habían yendo encontrado siempre para lo mismo.

Ahora recordaba Edward que jamas la preguntó por que lloraba aquella noche,aunque lo cierto es que ella no queria o bien implicarse excesivamente de manera emocional con él o implicarlo a él,siempre era Edward el que contaba cosas de su vida e intentaba sonsacarla a ella que apenas era un cuenta gotas,lo sabía,le estaba sucediendo lo que nunca tenía que haber sucedido en una relación absolutamente sexual,pero el corazón no entiende de los raciocinios de la mente,y le pedía más...muchas más que sexo,de repente le apetecía mucho ir con ella a cenar,ir al cine,pasear,en tres palabras,salir con ella,pero lo máximo que consiguió fue ir con ella al cine a una sesión de madrugada en la que acabaron con las manos perdidas en sus respectivas entrepiernas y un polvo fugaz en los lavabos del cine,y eso que la película era un drama.¡Bah!,ya estaba cansado de andar,haría lo que le quedaba hasta casa en metro.Trataba de que ella no se diera cuenta de su cambio porque sentía que si se daba cuenta,se iría,y ahora si que no podría soportarlo.

-¿Qué haces aqui?-la sonrisa boba,no podía remediarlo,como para que ella no se diera cuenta.

-Nada,volver a casa tras unas cervezas con los chicos,¿y tu?....-ella irrumpió en carcajadas tras un minuto de asombro,entonces él miró a su alrededor y se dió cuenta en que estación estaban,maldito subconsciente.

-Nada,volver a casa tras un día laaaaargooo de curro-respondió estirandose,recolocandose los huesos y demas musculos contracturados.

-Te acompaño a casa y te doy un masaje-se ofreció masajeandole un hombro,ella ronroneo un minuto pensando.

-Mmmmmm....sería una delicia..pero no...que ya sabemos como acabamos y mañana tengo que madrugar-él dejó de masajear su hombro.volviendo el rostro a un lado sonriente-Pero te dejo acompañarme a casa y que me des un besito de buenas noches-ofreció ella mientras se abrian las puertas del vagon y entraban.Y allí sentados,mirandola,y después sintiendola apoyada en su hombro,casi vencida por el cansancio,se armó de valor,porque entendió que aquella situación no podía continuar siempre,había que ponerle un remedio u olvidarse para siempre.

-Hace tiempo que quiero comentarte una cosa-sintió como se ponía rígida contra su pecho,se incorporó lentamente y al mirarle a los ojos supo lo que él iba a decirle y habló antes de que pudiera decir nada.

-No Edward,no sería buena idea...yo...mi corazón esta con otra persona..y aunque esa persona me lo rompió en mil pedazos,sigue con él,no sé por cuanto tiempo..y..yo no quiero hacerte daño,no creo que pueda corresponderte....

-No te agobies-la tomó por los hombros.solo quiero salir contigo,hacer algo mas que acostarnos....

-Pero eso implica mas sentimientos...no sé si estoy preparada..no sé si podré corresponder lo que puedas sentir...

-Dejemos que el tiempo decida....

-Es un error pensar que con el tiempo me puedo enamorar de ti...

-¿Y quien dice que no?....-se quedaron en silencio mirandose-intentemoslo,y deja que yo me ocupe de mi corazón si de repente se me rompe en mil pedazos,ya tengo experiencia en esa clase de puzzles,no será tan trágico-concluyó sonriendo,y sacandole una sonrisa,mientras saldaban aquella conversación con un beso que les hizo pasarse de parada.



2 comentarios:

Eri-Eri dijo...

me encanto!! que rico ha de ser q la otra parte te quiera con la misma intensidad q tu!! mmm please dime q paso despues ella acepta a Edward? lo aCEPTA?!?!!?

Splendor dijo...

jajaja...eso es otra historia querida Eri!!!..paciencia,en breve llega el final de la trilogia!!!!