Me encontré un precioso niño rubio por el camino,estaba acurrucadito en un rincón en un mar de llanto.
-¿Qué te pasa pequeño?-me acerqué a preguntarle,y al agacharme a su lado,ví sus dos alitas a sus pies,arrancadas de cuajo.
-Me echó mi hermano...-me contestó-eramos dos hermosos angeles gemelos,fuimos mandados a la tierra a cuidar de un niño muy bueno,pero un día mi hermano,comenzó a cambiar...se enfadaba de repente,se volvía huraño,se acercaba al niño bueno y le susurraba al oído,el niño bueno también comenzó a cambiar a volverse contestón y huraño como mi hermano.Observé una mañana que mi hermano estaba perdiendo su blanco inmaculado,se iba tornando más oscuro,más agrio,sus facciones se endurecían y sus susurros seguían perjudicando al niño bueno,yo no entendía que le pasaba estaba asustado...entonces mi padre me dijo,ten cuidado,tu hermano se está dejando tentar por nuevas serpientes sin manzanas,convertidas ahora en sueños de poder y exitos conquistados.El niño bueno comenzó a jugar con sustancias blancas y objetos punzantes que manchaban de rojo sus manos,y un día mi hermano llegó,me agarró de los pelos y tiró con fuerza de mis alas,arrancandomelas....
-Vete,ya no te necesitamos....
Y me quedé aquí,solo,asustado,no sé donde está mi hermano,le ví descender hacia abajo,sus alas ahora son negras,y yo estoy tan asustado,porque escucho voces,que me tientan con deseos de grandeza y poder,por eso estoy aquí parado,y lloro porque no sé que hacer,porque si me levanto caeré hacia ellos empicado,y espero una señal que me diga que hacer.El angel lloró desconsolado,cogí sus alitas y las puse en mi regazo,pasé mis dedos por su carita secando su llanto.
-No llores mi angel,nadie te hará daño,yo soy esa señal que tanto andas buscando,ven dejame aliviarte,dejame curarte tus alitas heridas.
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